Barcelona pone en marcha las playas sin humo

26/05/2021 - Entornos,Vivir con salud

Barcelona da un salto adelante en la protección de la salud de la ciudadanía, con especial énfasis en la población más vulnerable. A partir del sábado 29 de mayo se pone en marcha la prueba piloto de «Platges sense fum«, coincidiendo con la temporada alta de baño 2021. Se trata de una iniciativa que se aplicará en cuatro playas de la ciudad y que además de fomentar los espacios libres de humo también quiere proteger el medio ambiente y preservar el espacio como lugar de convivencia. La Agència Catalana de Salut Pública (ASPB) evaluará el impacto en salud de la medida.

Así, el Ayuntamiento de Barcelona, a través de la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB) y Barcelona Cicle de l’Aigua SA (BCASA), impulsa esta prueba piloto en las playas de Sant Miquel, Somorrostro, Nova Icària i Nova Mar Bella en las que no se permite fumar en la zona de arena ni mar durante este verano. La iniciativa favorece la disponibilidad de espacios de ocio más saludables con la prevalencia del derecho de las personas no fumadoras y de aquellas más vulnerables, niñas y niños, embarazadas y personas mayores.

 

Proteger la salud y el medio ambiente

El tabaquismo es la principal causa de muerte evitable en España según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se asocia a un aumento de riesgo de padecer enfermedades. El tabaco tiene efectos nocivos no sólo para las personas fumadoras, sino también su entorno más próximo, convirtiéndose en uno de los principales problemenes de salud pública.

El tabaquismo pasivo es especialmente perjudicial entre los niños y no hay ningún nivel de exposición seguro. Desde el año 2010, está prohibido fumar en espacios públicos al aire libre frecuentados por niños y niñas. Sin embargo, un estudio realizado por la ASPB en once países europeos, en el marco del proyecto TackSHS, concluyó que el 41% de los parques infantiles y el 46% de las entradas de escuelas había presencia de nicotina ambiental. Además, hay evidencia científica que los niños que ven personas fumadoras a su alrededor tienen una mayor probabilidad de convertirse en fumadores en crecer.

También son especialmente vulnerables a los efectos del tabaco las mujeres embarazadas, ya que fumar causa efectos adversos durante la gestación y favorece la aparición de problemas en la salud del bebé.

Además de un problema de salud pública, el consumo de tabaco es también un problema ambiental. Cada año unos cinco billones de colillas acaban en el medio marino, liberando contaminantes metálicos que provocan alteraciones en los sistemas de los diferentes organismos marinos y consecuentemente, debido a su ingesta, el ser humano. Además, las colillas de los cigarrillos tardan de media una década a degradarse.

Más información: Nota de prensa

Noticies relacionades