El Día Internacional de las Mujeres es un símbolo de la reivindicación histórica de las mujeres por la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres y en contra de la discriminación y el sexismo. Ésta es una lucha todavía vigente a la que la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB) se añade.
Las mujeres sufren diversas desigualdades en el sistema actual. Además, en muchas ocasiones estas situaciones están atravesadas a la vez por otros factores de discriminación, como la clase social, el origen, la edad o la orientación sexual, y repercuten en la salud. En este sentido, la perspectiva de génere en el monitorización de la salud y de sus determinantes, así como dar visibilidad a estas desigualdades, es clave para el desarrollo de estrategias y políticas públicas que ayuden a reducirlas y avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa.
Este 8 de marzo, con la campaña “Rompamos el techo de cristal para que las niñas de hoy sean las cabezas de mañana”, el Ayuntamiento de Barcelona pone el foco en la lucha contra la segregación vertical que todavía hoy impide a muchas mujeres acceder a cargos de responsabilidad. Con este mensaje se recuerda que es esencial abordar y combatir firmemente todas las brechas y desigualdades estructurales que desde hace años sufren las mujeres en su desarrollo profesional.
La segregación vertical se sustenta en estereotipos de género, como los modelos de liderazgo tradicionales, y en los prejuicios sobre la capacidad de las mujeres para ocupar posiciones de poder. El techo de vidrio es transversal, existe en el ámbito político, científico, tecnológico, educativo y empresarial, y pone límite a la representación de las mujeres en las élites de cualquier esfera laboral.
La campaña promueve quiere reivindicar una mayor presencia de mujeres en cargos de dirección y mando en todos los ámbitos laborales, para que haya mujeres referentes que inspiren a las niñas de hoy para que sean las jefas de investigación e investigación, las rectoras, las directoras de cine y las CEO de mañana.
La segregación vertical tiene que ver también con otros factores, como un mayor porcentaje de mujeres que optan por trabajos a tiempo parcial y temporal y el tiempo dedicado al trabajo de cuidados y doméstico no remunerado. Las desigualdades a las que se enfrentan las mujeres a menudo están relacionadas, y el techo de cristal no es una excepción: está estrechamente vinculado a la feminización de los cuidados, y de la pobreza, las violencias machistas y genera también desigualdades en salud.
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