Sí, la vacuna contra la COVID-19 es segura porque se han completado los mismos ensayos clínicos, protocolos y fases para aprobarla que con cualquier otro fármaco. Los efectos secundarios que se esperan al recibir las dosis necesarias de la vacuna son similares a los de las otras vacunas. La probabilidad de contagiarse y sufrir consecuencias graves o contagiar a otras personas es mucho más elevada que la probabilidad de sufrir efectos secundarios con la vacuna.
Frente a la emergencia sanitaria se ha aprovechado la investigación anterior en vacunas de otros coronavirus, se ha hecho mucha inversión económica y se han superpuesto algunas fases del estudio; por ejemplo, se ha empezado a producir la vacuna mientras se hacían los últimos ensayos de efectividad. Aun así, la vacuna ha pasado por las mismas fases de investigación y seguridad que cualquier otro fármaco.
Actualmente se desconoce cuanto durará la inmunidad de la vacuna. Se están haciendo seguimientos para evaluar la eficacia de las diferentes vacunas en todo el mundo durante más tiempo. Aunque ya se haya iniciado la vacunación se tendrán que mantener las recomendaciones actuales (mascarilla, lavado de manos, distancia entre personas y ventilación) hasta que se consiga una inmunidad comunitaria.
En una primera fase, que está practicamente finalizada, se han priorizado las personas que viven en residencias de gente mayor, así como los profesionales del ámbito sanitario y sociosanitario. Por las características de las dosis disponibles, durante el mes de febrero se iniciará la vacunación a determinados servicios esenciales, como bomberos, policías y otros colectivos de emergencias. En una segunda fase, se vacunará al resto de personal sanitario y a las persones con dependencia severa. Más adelante, a las personas mayores de 80 años y al resto de la población, siguiendo un proceso que durará meses.
Sí, la vacuna contra la COVID-19 es gratuita y la vacunación es voluntaria.
No, para dejar de utilizar las medidas de protección actuales se necesita más información respecto a la protección que ofrecen las vacunas contra la COVID-19. Entre otros factores, hay que conocer si las personas vacunadas pueden ser portadoras del virus y propagarlo, y el número de personas que hay que vacunar para conseguir una protección comunitaria.
Por tanto, será muy importante mantener las recomendaciones actuales, que incluyen ponerse la mascarilla, lavarse las manos frecuentemente, mantener una distancia de 2 metros con personas no convivientes, y ventilar a menudo los espacios.
Solo está contraindicada en personas que han presentado una reacción de hipersensibilidad grave (tipo anafiláctico) o una reacción alérgica inmediata de cualquier gravedad a una dosis previa de vacuna contra la COVID-19 o a cualquier componente de la vacuna.
Aunque no hay indicios de problemas de seguridad, no se dispone de evidencia suficiente para recomendar su uso durante el embarazo.
No obstante, en el caso particular de embarazadas que pertenezcan a grupos que tienen más riesgo de exposición o complicaciones, se puede plantear la vacunación con una valoración de riesgo/beneficio realizada conjuntamente con el equipo que sigue el embarazo.
Sí que se pueden vacunar las madres que amamantan y que forman parte de un grupo en el cual se recomienda la vacunación por su alta exposición (por ejemplo, sanitarias) o con un riesgo alto de complicaciones por COVID-19.
Sí que se puede vacunar. Se recomienda que después de la vacunación, se mantenga una presión en el lugar de inyección (sin frotarlo) durante 2 minutos. En todo caso, se tiene que informar a la persona vacunada de la posibilidad de la aparición de un hematoma al lugar de inyección.
Sí que se puede vacunar. Aunque puede disminuir la respuesta inmune, la inmunosupresión no es una contraindicación.
Se tiene que posponer la vacunación de las personas con síntomas sospechosos de COVID-19 o con COVID-19 confirmada hasta que estén recuperadas.
Se tiene que posponer la vacunación de las personas que se encuentran en cuarentena (porque son contactos de un caso confirmado) hasta que esta cuarentena finalice.
No se recomienda la vacunación, puesto que de momento no se dispone de datos consistentes de seguridad e inmunogenicidad en menores de 16 y 18 años en función de la vacuna.
La investigación de las vacunas contra la COVID-19 ha avanzado rápidamente gracias a la colaboración científica mundial. Su estudio ha partido de investigaciones previas sobre vacunas para otros virus parecidos a la COVID-19 y de tecnologías recientes que se estaban aplicando en otras vacunas.
En el desarrollo de las vacunas contra la COVID-19 no se ha saltado ninguna fase de investigación ni ningún protocolo de seguridad. Sí que se han podido superponer algunas de las fases para acelerar la aprobación. Por ejemplo, al mismo tiempo que se han comenzado los ensayos de efectividad de la vacuna (la fase III), se ha iniciado la producción de las vacunas para tener dosis disponibles en el momento de la aprobación.
Las vacunas aprobadas han pasado por todas las fases de investigación y han mostrado su eficacia y seguridad a corto plazo.
Artículo científico sobre el desarrollo de las vacunas contra la COVID-19
Actualmente se están utilizando vacunas basadas en tecnologías relativamente recientes como las que se basan en vectores virales o en material genético. También hay vacunas pendientes de aprobación que usan tecnologías clásicas en vacunas (por ejemplo; virus atenuados, virus inactivados o basadas en proteínas). Todas las vacunas están pasando por todos los procesos de investigación y seguridad para ser aprobadas por las agencias reguladoras, como la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
Para tener más información de las vacunas en desarrollo se puede consultar el Coronavirus Vaccine Tracker del NYTimes
Sí, la investigación sobre las vacunas contra la COVID-19 ha sido publicada y, además, todas las publicaciones se han hecho en abierto (se pueden consultar sin necesidad de subscripción a les revistas científicas). Las agencias reguladoras como la Agencia Europea del Medicamento (EMA) tienen acceso a todos los datos de los estudios para llevar a cabo el proceso de aprobación.
Publicación científica de la vacuna Pfizer, la vacuna de Moderna y la vacuna de Oxford-Astra Zeneca
Como todos los medicamentos, las vacunas pueden tener efectos secundarios, siempre mínimos en comparación con los efectos de la enfermedad de la cual protegen.
En el proceso de aprobación de las vacunas contra la COVID-19 se han realizado ensayos clínicos en los que participan entre 10.000 y 40.000 personas por ensayo. Los efectos secundarios que se han observado en algunas persones vacunadas han sido dolor en el brazo después de la vacunación, fatiga, dolor de cabeza y febrícula. Estos efectos secundarios son similares a los de otras vacunas.
Tal como se hace en el resto de vacunas, después de la aprobación de las vacunas contra la COVID-19 se continua haciendo vigilancia de cualquier problema de seguridad. Durante el inicio de la campaña de vacunación no se han detectado nuevos efectos secundarios.
Publicació científica de la vacuna Pfizer, la vacuna de Moderna y la vacuna de Oxford-Astra Zeneca
La seguridad de las personas que participan en los ensayos clínicos para evaluar las vacunas es una prioridad en todos ellos. Detener un ensayo clínico si se detecta un posible efecto secundario en la salud de las personas que participan en ellos es un procedimiento habitual, ya que permite al equipo científico investigar si el efecto secundario es debido a la vacunación. En el proceso de aprobación de las vacunas la seguridad también es uno de los factores más importantes.
Preguntas frecuentes de la Organitzación Mundial de la Salud
Las principales vacunas que llegan a Cataluña en la primera fase son las producidas por Pfizer–BioNTech (que fue aprobada el diciembre de 2020) y la Moderna (que fue aprobada el enero de 2021). Recientemente la agencia europea ha aprobado la vacuna de Oxford-Astra Zeneca.
Nota de prensa del Gobierno de Cataluña
Se pueden consultar en la correspondiente ficha técnica
Pfizer: https://cima.aemps.es/cima/dochtml/ft/1201528001/FT_1201528001.html
Moderna: https://cima.aemps.es/cima/dochtml/ft/1201507001/FT_1201507001.html
AstraZeneca: https://cima.aemps.es/cima/dochtml/ft/1211529001/FT_1211529001.html
La campaña de vacunación estará muy condicionada por la disponibilidad de dosis y por las características de conservación de las vacunas. Las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna necesitan una conservación en ultracongeladores a -70 ºC, por tanto, en un primer momento se centralizará la vacunación en equipos de vacunación, que comenzarán a vacunar en residencias. La vacuna de Oxford-AstraZeneca se conserva a temperaturas similares a otras vacunas, por lo tanto, podría facilitar la campaña de vacunación una vez sea aprobada.
Publicación científica de la vacuna Pfizer y la vacuna de Oxford-Astra Zeneca
La protección generada por pasar la infección de la COVID-19 (llamada inmunidad natural) puede variar según la persona. Como se trata de un virus nuevo, todavía no se sabe cuanto tiempo dura la inmunidad natural. Los datos que hay de otros coronavirus y las primeras evidencias en COVID-19 sugieren que la inmunidad no es para toda la vida y podría durar entre 12 y 18 meses.
Respecto a la inmunidad generada por la vacuna, no se podrá saber cuanto durará hasta que se puedan administrar las vacunas a más personas y hacer un seguimiento.
Publicación científica sobre la inmunidad de la vacuna contra la COVID-19
La inmunidad de grupo se consigue cuando un número suficiente de personas de la población están protegidas (porque han pasado la enfermedad o porque se han vacunado) de forma que es improbable que el virus se pueda reproducir y causar la enfermedad. Cuando se consigue la inmunidad de grupo todas las personas que forman parte de la población están protegidas, aunque algunas personas no hayan podido ser vacunadas por algún problema de salud.
Todavía no se sabe a ciencia cierta cuántas personas se tienen que vacunar para que haya inmunidad de grupo. Para conocer el porcentaje de personas que tienen que vacunarse en Barcelona para que haya inmunidad de grupo se necesitará más información de las campañas de vacunación.
Publicación científica sobre la inmunidad de la vacuna contra la COVID-19.
Se recomienda que se separe la vacuna contra la COVID-19 de otras vacunas previstas un mínimo de 14 días para evitar la coincidencia de efectos adversos que se puedan atribuir erróneamente a esta vacuna.
Canal Salud de la Generalitat de Catalunya
Ministerio de Sanidad