Sí, la vacuna contra la COVID-19 es segura porque se han completado los mismos ensayos clínicos, protocolos y fases para aprobarla que con cualquier otro fármaco. Los efectos secundarios que se esperan al recibir las dos dosis necesarias de la vacuna son mínimos, parecidos a los de las otras vacunas. La probabilidad de contagiarse y sufrir consecuencias graves o contagiar a otras personas es mucho más elevada que la probabilidad de sufrir efectos secundarios con la vacuna.
Frente a la emergencia sanitaria se ha aprovechado la investigación anterior en vacunas de otros coronavirus, se ha hecho mucha inversión económica y se han superpuesto algunas fases del estudio; por ejemplo, se ha empezado a producir la vacuna mientras se hacían los últimos ensayos de efectividad. Aun así, la vacuna ha pasado por las mismas fases de investigación y seguridad que cualquier otro fármaco.
Actualmente se desconoce cuanto durará la inmunidad de la vacuna. Será necesario hacer seguimientos para evaluar la eficacia de las diferentes vacunas a lo largo del tiempo. Una vez se haya iniciado la vacunación se tendrán que mantener las recomendaciones actuales (mascarilla, lavado de manos, distancia entre personas y ventilación) hasta que se consiga una inmunidad comunitaria.
En una primera fase se han priorizado las personas que viven en residencias de gente mayor, así como los profesionales del ámbito sanitario y sociosanitario. Y en una segunda fase, al resto de personal sanitario y las persones con dependencia severa. Posteriormente se vacunará a las personas mayores de 80 años y al resto de la población, siguiendo un proceso que durará meses.
Sí, la vacuna contra la COVID-19 es gratuita y la vacunación es voluntaria.
No, para dejar de utilizar las medidas de protección actuales se necesitará más información respecto a la protección que ofrecen las vacunas contra la COVID-19. Entre otros factores, hay que conocer si las personas vacunadas pueden ser portadoras del virus y propagarlo, y el número de personas que hay que vacunar para conseguir una protección comunitaria.
Por tanto, será muy importante mantener las recomendaciones actuales, que incluyen ponerse la mascarilla, lavarse las manos frecuentemente, mantener una distancia de 2 metros con personas no convivientes, y ventilar a menudo los espacios.
La investigación de las vacunas contra la COVID-19 ha avanzado rápidamente gracias a la colaboración científica mundial. Su estudio ha partido de investigaciones previas sobre vacunas para otros virus parecidos a la COVID-19 y de tecnologías recientes que se estaban aplicando en otras vacunas.
En el desarrollo de las vacunas contra la COVID-19 no se ha saltado ninguna fase de investigación ni ningún protocolo de seguridad. Sí que se han podido superponer algunas de las fases para acelerar la aprobación. Por ejemplo, al mismo tiempo que se han comenzado los ensayos de efectividad de la vacuna (la fase III), se ha iniciado la producción de las vacunas para tener dosis disponibles en el momento de la aprobación.
Las vacunas que se aprueben habrán pasado por todas las fases de investigación y habrán mostrado su eficacia y seguridad a corto plazo.
Artículo científico sobre el desarrollo de las vacunas contra la COVID-19
Actualmente se están estudiando muchas vacunas de tipos diferentes contra la COVID-19. Algunas usan tecnologías clásicas en vacunas (por ejemplo: virus atenuados, virus inactivados o basadas en proteínas). Otras utilizan tecnologías relativamente recientes como las que se basan en vectores virales o en material genético. Todas las vacunas están pasando por todos los procesos de investigación y seguridad para ser aprobadas por las agencias reguladoras, como la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
Podéis consultar el Coronavirus Vaccine Tracker del NYTimes
Sí, la investigación sobre las vacunas contra la COVID-19 ha sido publicada y, además, todas las publicaciones se han hecho en abierto (se pueden consultar sin necesidad de subscripción a les revistas científicas). Las agencias reguladoras como la Agencia Europea del Medicamento (EMA) tienen acceso a todos los datos de los estudios para llevar a cabo el proceso de aprobación.
Publicación científica de la vacuna Pfizer y la vacuna de Oxford-Astra Zeneca
Como todos los medicamentos, las vacunas pueden tener efectos secundarios, siempre mínimos en comparación con los efectos de la enfermedad de la cual protegen.
En el proceso de aprobación de las vacunas contra la COVID-19 se han realizado ensayos clínicos en los que participan entre 10.000 y 40.000 personas por ensayo. Los efectos secundarios que se han observado en algunas persones vacunadas han sido dolor en el brazo después de la vacunación, fatiga, dolor de cabeza y febrícula. Estos efectos secundarios son similares a los de otras vacunas.
Tal como se hace en el resto de vacunas, después de la aprobación de las vacunas contra la COVID-19 se continuará haciendo vigilancia de cualquier problema de seguridad.
Publicación científica de la vacuna Pfizer y la vacuna de Oxford-Astra Zeneca
La seguridad de las personas que participan en los ensayos clínicos para evaluar las vacunas es una prioridad en todos ellos. Detener un ensayo clínico si se detecta un posible efecto secundario en la salud de las personas que participan en ellos es un procedimiento habitual, ya que permite al equipo científico investigar si el efecto secundario es debido a la vacunación. En el proceso de aprobación de las vacunas la seguridad también es uno de los factores más importantes.
Preguntas frecuentes de la Organitzación Mundial de la Salud
Las principales vacunas que llegan a Cataluña en la primera fase son las producidas por Pfizer–BioNTech (que ha sido aprobada en diciembre de 2020).
Las siguientes serán las de Moderna (que podría aprobarse a mediados de enero de 2021), y de Oxford-Astra Zeneca (que se podría aprobar a finales de febrero).
Se prevé que Cataluña tenga más de 900.000 dosis el primer trimestre del 2021, que permitirán vacunar a unas 450.000 personas, ya que son necesarias dos dosis de la vacuna para cada persona.
Nota de prensa del Gobierno de Cataluña
La campaña de vacunación estará muy condicionada por la disponibilidad de dosis y por las características de conservación de las vacunas. Las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna necesitan una conservación en ultracongeladores a -70 ºC, por tanto, en un primer momento se centralizará la vacunación en equipos de vacunación, que comenzarán a vacunar en residencias. La vacuna de Oxford-AstraZeneca se conserva a temperaturas similares a otras vacunas, por lo tanto, podría facilitar la campaña de vacunación una vez sea aprobada.
Publicación científica de la vacuna Pfizer y la vacuna de Oxford-Astra Zeneca
La protección generada por pasar la infección de la COVID-19 (llamada inmunidad natural) puede variar según la persona. Como se trata de un virus nuevo, todavía no se sabe cuanto tiempo dura la inmunidad natural. Los datos que hay de otros coronavirus y las primeras evidencias en COVID-19 sugieren que la inmunidad no es para toda la vida y podría durar entre 12 y 18 meses.
Respecto a la inmunidad generada por la vacuna, no se podrá saber cuanto durará hasta que se puedan administrar las vacunas a más personas y hacer un seguimiento.
Publicación científica sobre la inmunidad de la vacuna contra la COVID-19
Actualmente no hay suficiente información para saber cuanto dura la inmunidad en las personas que han pasado la COVID-19 (inmunidad natural). Si la inmunidad natural no es de larga duración, es posible que la vacunación se recomiende a las personas que ya han pasado la enfermedad.
Los ensayos clínicos que se están realizando han incluido participantes que habían pasado la COVID-19. Según los resultados de estos ensayos, haber pasado la infección no es una contraindicación para recibir la vacuna.
Publicación científica de la vacuna Pfizer y la vacuna de Oxford-Astra Zeneca
La inmunidad de grupo se consigue cuando un número suficiente de personas de la población están protegidas (porque han pasado la enfermedad o porque se han vacunado) de forma que es improbable que el virus se pueda reproducir y causar la enfermedad. Cuando se consigue la inmunidad de grupo todas las personas que forman parte de la población están protegidas, aunque algunas personas no hayan podido ser vacunadas por algún problema de salud.
Todavía no se sabe a ciencia cierta cuántas personas se tienen que vacunar para que haya inmunidad de grupo. Para conocer el porcentaje de personas que tienen que vacunarse en Barcelona para que haya inmunidad de grupo se necesitará más información de las campañas de vacunación.
Publicación científica sobre la inmunidad de la vacuna contra la COVID-19.
Canal Salud de la Generalitat de Catalunya
Ministerio de Sanidad